Caracolillo EXTRA gordo

Descripción general

Los caracoles o bígaros, de nombre científico Littorina littorea, se conocen también con el nombre de «bígaros chatos», «caracolillos», «caracoles de mar» o «litorinas», y pertenecen a la familia Littorinidae. Son unos moluscos gasterópodos de concha robusta, con forma cónica espiral, finamente estriada y más o menos puntiaguda en su extremo. De color pardo-negro, con una banda espiral de tono más claro. Opérculo, sin canal sifónico. En la cabeza, dos tentáculos con ojos. Pie fuerte reptante. El opérculo córneo cierra herméticamente la concha durante la bajamar, protegiendo al molusco de la desecación. Las especies comestibles producen huevos que se desarrollan fuera del cuerpo de la madre. Su tamaño ronda los 3 ó 6 mm.

Hábitat y pesca

Habita las zonas tildales, a veces incluso en el límite superior del radio de acción de la marea, pero siempre en su área de influencia. Lo más habitual, sin embargo, es encontrarlo adherido a las rocas que quedan sumergidas durante bastantes horas. Suele encontrarse en resquicios de las peñas, en grietas y otras anfractuosidades que le sirven para protegerse del oleaje y las corrientes. Se alimenta de algas que raspa con su lengua áspera. Se encuentra en el Atlántico y el Mediterráneo, y se recolecta a mano en las rocas. Es el más popular y habitual de los caracoles marinos en las pescaderías.

Valoración nutricional

Estos caracoles marinos tienen un alto contenido en proteínas, el aporte de una ración supone el 10% de las ingestas recomendadas al día para este macronutriente en hombre y mujeres de 20 a 39 años con una actividad física moderada. El contenido en grasas es bajo, y por tanto no son una sobrecarga energética en la dieta. 

Respecto a los minerales, los aportes más elevados son los de magnesio y los de hierro, de modo que la porción comestible de una ración de bígaros cubre aproximadamente el 18% de las IR/día definidas para el magnesio; mientras que para el hierro los aportes de esta misma ración cubren el 23% de las IR/día en hombres y casi el 13% de las correspondientes en mujeres. El contenido en sodio también es elevado, si bien se cumple el objetivo nutricional determinado respecto al mismo, puesto que el sodio de una ración de estos moluscos no supone más del 7% de la cantidad límite descrita. La vitamina B12 es, sin duda, el aporte más significativo entre las vitaminas, suponiendo —en una ración de 100 g— más del doble de las ingestas recomendadas al día en la población antes descrita.