Características Generales
El camarón, de nombre científico Palaemon serratus, es un crustáceo muy semejante a la gamba, aunque de menor tamaño. Su cuerpo es largo y está comprimido lateralmente. Su rostro largo-aserrado está curva do hacia arriba, con antenas. Los dos primeros pares de patas terminan en pinzas pequeñas (más gruesas en el caso del segundo par) y los tres últimos, cortos y adaptados para la locomoción, en uñas. Su cuerpo es transparente, con bandas transversales y líneas de pequeños puntos oscuros en los segmentos abdominales. El caparazón es algo más frágil que el de la gamba. La longitud oscila entre 5 y 8 cm, siendo mayor el tamaño de las hembras.
Hábitat y pesca
Es una especie demersal, que vive en praderas de algas posidonias y costeras, cerca de la costa hasta unos 5-10 cm de profundidad. Soporta bien los cambios de salinidad. También se le puede encontrar en zonas de marismas (camarón de río). Se alimenta de detritus y pequeños moluscos o invertebrados. Con hábitos nocturnos, pasa la mayor parte del día oculto entre las rocas. Se distribuye por el Atlántico y el Mediterráneo. Migraciones cortas, más al sur en verano y más al norte en invierno. Se pesca con reteles, nasas y arrastre de malla fina. Está más disponible en los mercados en los meses de frío, de septiembre a enero.
Valoración nutricional
Los valores nutricionales del camarón y la quisquilla son muy similares a los de la gamba. Todos son crustáceos con un contenido alto en proteínas y bajo en grasas. El colesterol está elevado en todos ellos, siendo el aporte del mismo —por una ración media de camarones y quisquillas— próximo a la mitad (45% en hombres y 59% en mujeres) de la cantidad descrita al día para toda la población como objetivo nutricional. Respecto al contenido en minerales, el camarón es fuente de yodo, zinc, selenio, potasio y fósforo. Además, estos pequeños crustáceos son fuente de vitamina B12, con cantidades por ración que duplican, con creces, a la recomendada como ingesta diaria para hombres y mujeres de 20 a 39 años con una actividad física moderada. En segundo lugar, está el aporte de vitamina E y niacina.